La Biblia habla específicamente de los seres humanos como personas creadas a su imagen y para gobernar sobre la creación. Las palabras ‘a nuestra imagen’, son usadas intencionalmente en los primeros capítulos de Génesis para transmitir la idea del mundo antiguo, en donde se crearon imágenes de los gobernantes como un recordatorio de su poder. Como gente creada a la imagen de Dios, nosotros le representamos en la tierra.
La pregunta es: ¿Qué tan bien le representamos? Es fácil ser abrumados por las injusticias en el mundo. Es muy tentador levantar las manos y decir: ¿Qué diferencia hace lo que hago? Es más conveniente ignorar los asuntos urgentes o esperar que alguien más haga el trabajo.
Aun cuando no podemos luchar contra todos los problemas que amenazan al bienestar del mundo por nuestro esfuerzo, las palabras de William Booth aún resuenan. El plan que tenía William Booth para cambiar al mundo en 1890 es similar a los Objetivos de Desarrollo Sostenible para cambiarlo antes del 2030. Ambos son planes audaces,completos e integrados. Pero siempre debemos recordar que los seres humanos no pueden salvar al mundo con sus propios esfuerzos. Debemos depender de Dios – Padre, Hijo y Espíritu Santo.