A nivel Territorial, Sudamérica Oeste se encuentra compuesto por Chile, Perú, Bolivia y Ecuador los cuales se dividen a su vez en Divisiones y Distritos. La sede central para el Territorio se encuentra ubicada en Santiago de Chile. A este Territorio pertenece la División Ecuador.
Los Capitanes Eliseo y Remedios Flores, de nacionalidad Boliviana, recibieron la carta de nombramiento junto con la primera bandera salvacionista que flamearía desde el 30 de Octubre de 1985 en el Ecuador.
La primera obra fue denominada «Obra carcelaria» en la cual se aprovechaba los horarios de visitas para realizar reuniones con niños, trabajos de consejería en las habitaciones. Eran alrededor de 80 señoras, esposas de los reclusos y 150 niños.
El 26 de enero de 1986 fue dedicado el primer cuerpo salvacionista en el Ecuador en Quito Central y el 28 de julio del mismo año fue dedicado el segundo Cuerpo denominado La Colmena.
El 4 de Octubre de 1987 se compró la primera casa para el Ejército de Salvación ubicada en la Ciudad de Quito entre las calles Tomás Chariove N49-144 y Manuel Valdiviezo quedando como sede en el Ecuador. A partir del año 1988 existe con personería jurídica.
En la actualidad el Ejército de Salvación tiene Cuerpos (iglesias) donde se realizan cultos religiosos. Cuenta además con: Cuerpos y Avanzadas, Programas de Asistencia Social para niños, niñas y adolescentes, Centro de Educación Inicial, Escuelas y Centros Comunitarios para la Tercera Edad, ubicados en la ciudad Quito, Guayaquil, Esmeraldas, Manta, Cayambe, Guamote y Cochaloma.
Proyectos junto a Compassion Internacional en la sierra: Quito Sur, La Colmena, El Rancho, Gotitas de miel, Cayambe; en la Costa: Guayaquil central, Bastión Popular, Flor de Bastión
El Ejercito de Salvación fue fundado por William Booth y Catherine Booth en julio de 1865 como un movimiento evangélico denominado Christian Revival Association (Asociación Cristiana de Avivamiento) que agrupó el trabajo voluntario de creyentes. Ellos sentían la necesidad de alcanzar con el mensaje del Evangelio de Jesucristo a los que consideraban menos conocedores del mismo, a los que estaban atrapados en sectores más golpeados por la pobreza, al alcoholismo, el crimen, la desocupación, y toda la inmensa variedad de males sociales. En el año 1878, con una repentina inspiración, William Booth expresó que la «Misión Cristiana» es un «Ejército de Salvación»
Su primera extensión desde la capital inglesa fue hacia la región de Gales y luego hacia Escocia e Irlanda en 1880. Al fin de esa década ya se había establecido en casi toda Europa.
El Ejército de Salvación siempre ha luchado por la dignidad de las personas. “Cuando un caballo cae en la calle, solía decir Booth, todo el mundo va a ayudar a levantarlo sin preguntar quién fue el culpable de la caída. Cuánto más nuestro Ejército ayudará a levantar a la gente sin preguntar cuál es su religión o el color de su piel”. Ayudar a restablecer la situación de una persona, como por ejemplo, conseguir un trabajo honesto y digno, para ayudarle a conquistar de nuevo su lugar en la sociedad, sin tener en cuenta su pasado es una de nuestras firmes prioridades.
El apostolado del Ejército de Salvación se dirige a toda persona necesitada física y espiritualmente. Entendemos por personas espiritualmente necesitadas a aquéllas que han perdido su fe, que están desengañadas de toda religión y han abandonado toda práctica religiosa. Estas personas necesitan una mano amiga que las comprenda y ayude a encontrar a Cristo.
También el Ejército de Salvación, fue la primera denominación en la cual las mujeres tuvieron igualdad de responsabilidades que los hombres, Catherine Booth, cofundadora del Ejército de Salvación, era una predicadora talentosa y una gran líder, pero igual muchos hombres se sorprendían cuando comenzó a predicar la palabra de Dios públicamente, sólo por que era una mujer. En el Ejército de Salvación las mujeres siempre estuvieron en igualdad de condiciones que los hombres, y siempre han tenido acceso a nombramientos y tareas al mismo nivel que los hombres.
Cualquier persona, sin distinción alguna, puede llegar a ser miembro del Ejército de Salvación. El contacto inicial a menudo comienza en la Escuela Dominical o a través de nuestros distintos programas sociales.
Las personas mayores de catorce años de edad que asisten habitualmente a nuestras reuniones, que han aceptado a Cristo como su Salvador, que están de acuerdo con nuestras doctrinas y desean participar activamente en nuestra iglesia, pero por razones personales no están dispuestas o en condiciones de firmar el «Pacto de un Soldado» son llamadas Adherentes.
Aquellos que cumplen los requisitos anteriores y están dispuestas a firmar el «Pacto de un Soldado», pueden ser enrolados como Reclutas. Después de un período de entrenamiento básico, en el que se estudia nuestras doctrinas y comprende las implicaciones del Pacto, que incluye la abstinencia total del uso de Alcohol y Drogas, puede ser enrolado como Soldado.
Un Soldado es un miembro en pleno del Ejército de Salvación y como tal puede tomar parte activa en cualquiera de nuestras actividades. Además puede llegar a ser parte del liderazgo local del cuerpo al que pertenece como un Oficial Local, teniendo bajo su responsabilidad grupos de niños, jóvenes, adultos, adultos mayores, o bien realizando labores administrativas y de organización.
Los Oficiales son soldados que han decidido servir a Dios como Pastores, en obediencia a su vocación. Estos hombres y mujeres, habiendo sentido el llamado de Dios, ingresan a un curso intensivo en la Escuela de Cadetes, y después de dos años de estudio y práctica ministerial en terreno son ordenados como ministros de Dios y puestos a cargo de los Cuerpos y Centros, dedicándose por entero al servicio espiritual y social bajo la bandera salvacionista.